Algunos adultos viven también enamorados de la luna, otros simplemente han dejado de prestarle atención, para ellos es simplemente un elemento más del mundo. Pienso que quizá esos adultos han perdido la capacidad de ver las cosas bonitas de la vida, pues si alguien no se para un instante a admirar la belleza de la luna y el maravilloso toque que le da a las estrellas, solo puede estar ciego o loco.
No me considero una especialista en la luna y observarla, como tampoco soy una experta en observar las cosas bellas del mundo, pero al menos lo intento. Soy una persona realmente observadora, me gusta fijarme en los pequeños detalles, ya que creo que los pequeños detalles son los que hacen que el mundo sea grande.
¿Alguna vez han amado como un niño ama la luna? ¿Han observado a una persona de lejos, sabiendo que su mundo cambiaría si no existiera, al igual que la vida cambiaría sin la luna? ¿Han llegado a pensar en cómo sería poder ver a esa persona a cada instante?
Creo que si alguien ha sentido eso sabe lo que de verdad es el amor, porque esa y muchas cosas más describen lo que es el amor verdadero, algo tan puro y mágico como un niño que observa la luna deseando poder tocarla.
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