sábado, 19 de octubre de 2013

Aprendiendo de la vida

Buenas noches amigos/as y cualquier persona que pueda estar leyendo esto. Me he puesto ante la página en blanco con la idea de escribir, pero me di cuenta de que no tenía ni idea de sobre qué quería escribir, porque ha sido un día extraño y tengo un torbellino de ideas en mi cabeza y de emociones en mi corazón.

Aquí estoy, con la música a tope y las ideas revueltas, ¿que qué me pasa? Es difícil de explicar, pero bueno, es lo de menos ahora mismo. La canción que estoy oyendo dice: "tú lo que quieres es que te coma el lobo, en mi camita, Caperucita"... Si que ha cambiado el cuento ¿eh? jajajaja.

Quiero hablar sobre las cosas que se aprenden cada día, más bien, sobre lo que he aprendido yo hoy. He tenido una súper clase de inicio de curso de teatro, llevada por mis loquitas, Naira y Paloma, las cuales, por supuesto, lo hicieron genial, nos enseñaron muchas cosas jugando y mantuvieron a la clase activa y motivada desde el principio hasta el final. Chicas, sólo quiero añadir que las quiero un montón, cada día más además, son increíbles y me encanta que formen una parte fundamental de este núcleo de P... que hemos creado, esa pequeña familia en la que nos hemos convertido.

Este curso pinta bien, no sé, me hace un montón de ilusión aprender cosas nuevas, aprender de mis compañeros que son todos unos máquinas y, sobretodo, siempre siendo positivos y con una sonrisa. El miércoles más, ya estoy deseando que llegue... ¿Qué clase de persona soy que estando en un sábado noche desea que llegue el miércoles? Pues una persona que está a gusto con lo que está haciendo y que tiene muchas ganas de aprender.

De verdad, Apeiron, que son lo más grande que hay y, como les dije hoy, entrar en ese grupo para mí ha sido una de las decisiones más importantes que he tenido que tomar en mucho tiempo y, de las mejores cosas que me han pasado también. Porque chicos, no los cambio por nada, son increíbles.

Bueno, creo que hasta aquí ha llegado mi reflexión nocturna, ya que tras tantas horas sin dormir he llegado al punto en el que mi cabeza no coordina.

Me despido no sin antes dar las GRACIAS, de corazón, a dos colectivos, por llamarlos de alguna forma: en primer lugar, obviamente, a Apeiron, por todo lo que han hecho, lo que hacen, lo que harán y lo que hacemos unos por otros, porque es lo que tiene ser un grupo, que ahí estamos siempre todos apoyándonos los unos a los otros, y eso hay que valorarlo. Por otro lado quiero agradecer a toda persona que dedique unos instantes de su vida a leer estas reflexiones mías, que sé que hay un par de personitas que dedican un ratito a leer esto y lo valoro, los adoro, bye :D


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