Tú, mi mundo y la razón de mi lucha

Definitivamente, esa sonrisa me da la vida...

Si te digo que te quiero, es poco, mucho más que eso. La palabra querer se queda pequeña si se trata de lo que yo siento por ti, y creo que ya lo he dicho tantas veces que lo debe saber ya el mundo entero. Pero es que no quiero que lo olvides, no quiero que un día te levantes pensando que no eres la persona más importante en mi vida.

Y si sigo luchando, es porque tú sigues en mi camino. Porque día a día me ayudas a ser feliz, a seguir adelante y a no perder la sonrisa. Encontrarte en mi camino fue una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida, y nunca me cansaré de repetirlo, porque sabes que lucharé contra viento y marea si es necesario con tal de que sigas a mi lado.

Tú, MI HERMANA, mi amiga, mi compañera, mi loca, mi golfa, mi pitufa, la razón de mi sonrisa... Definitivamente, mi TODO.

Y, aunque pasen días, meses, años y una vida entera, esta loca siempre estará aquí para cuidarte y para hacer lo que sea por hacerte sonreír.

Podría pasarme dos semanas escribiendo lo mucho que te quiero, todo lo que hemos vivido y viviremos, nuestras locuras, nuestros momentos y todo lo demás, pero, por suerte, considero que ya sabes todo eso, así que lo resumo todo en un gran:

TE QUIERO HERMANA