El interruptor de la máquina

Súper especial mi entrada de hoy, pues está dedicada a una persona grandísima y a la que le he cogido muchísimo cariño. Es una persona que está ahí, que creo que intenta entenderme y que se preocupa cuando me enfado con ella por alguna de mis boberías.

Es una persona fuerte, que saca adelante a un grupo entero, y hoy se lo quería reconocer por aquí, creo que por eso mi entrada de hoy es tan especial.

Normalmente en mis entradas hablo de los hombres de mi vida, así que ya tocaba hablar de alguna de esas mujeres que siempre están ahí.

Obviamente, hablo de Sonia, esa tía enorme que está siempre ahí en Apeiron, sacándonos a todos adelante, preocupándose por todos nosotros y ayudándonos en lo posible. Pues gracias a ella avanzamos y la sangre sigue corriendo.

(Iba a poner la foto anterior a esa, pero no me apetecía que me escacharas la cabeza con la piedra jajaja). Recuerdo que el día de esa foto casi pierdes el labio, recuerdo ver la escena a cámara lenta y no poder hacer nada para remediarlo, pero yo estaba muy en mi mundo tirada allí jajaja.

De verdad Sonia, ignoras lo mucho que te valoro, pues considero que en el grupo todos somos importantes, somos como una especie de máquina formada por piezas imprescindibles, pero creo que en esa máquina tú eres el interruptor que nos pone a todos en marcha para que funcionemos.

Y sí, me doy cuenta de que a veces haces demasiado, demuestras la importancia que tiene el grupo para ti poniéndolo todo de tu parte, pero sé que eso acaba quemando, por eso de vez en cuando trato de ayudarte un poco (aunque creo que soy más experta en liarla parda que en ayudar jajaja).

Me encanta cuando hablo contigo, porque me entiendes y me aconsejas, mientras que me recomiendas canciones viejas que me sacan sonrisas.

No sé, podría decir muchas cosas, pero nada, creo que una imagen vale más que mil palabras así que me despido con esa imagen. Y no sin antes decirte que eres única, que no cambies, en serio, que no es porque sea lo que se dice siempre, si no porque personas como tú hay pocas, y vales oro.

PD: Sigo esperando alguna aportación tuya más a mi pared.