martes, 12 de noviembre de 2013

El hombre más grande de mi vida


Esa cafetería que está cerca de mi casa, siempre me hace sonreír, porque me recuerda a ese pequeño diablillo que alumbra cada uno de mis días.

El 12 de mayo de 2012 llegó al mundo y, desde entonces, ha conseguido que yo luche por ser mejor persona por él. 

Cuando me ve y sonríe siento que el mundo no podría ir mejor y que ese pequeño hace que todo mi mundo sea más grande.

Aunque me ría de sus diabluras... ¿Cómo no voy a hacerlo? Si con la cara que pone dan ganas de comérselo a besos, sencillamente es lo más hermoso de mi vida.


Bebé, no sabes lo mucho que te esperamos, las ganas que teníamos todos de tenerte cerca, de abrazarte y quererte. Estoy recordando la primera vez que te vi y tiemblo, casi como temblaba en ese momento en el que todos a mi alrededor te sacaban fotos, mientras yo no podía parar de mirarte. 


Siempre te llevo presente, pues tú borras todo lo malo que pueda llegar a mí, tú eres el mejor paraguas en mi tormenta y sólo quiero que seas feliz, para ello prometo poner todo de mi parte, pues tu felicidad es una de las prioridades de mi vida.

Hoy cumples un año y medio y a mí me resulta cada vez más difícil recordar esa vida en la que tú no existías, eres el pequeño más grande, no quiero alejarme nunca de ti.

Todo lo demás que te quiero decir ya te lo diré cuando puedas entenderlo, por ahora me conformo con que cuando me veas me sonrías de esa manera y, muy de vez en cuando, al verme estires los brazos hacia mí para que te coja.

Eres un diablillo encantador, te adoro pequeño Dylan.


Para acabar, esa canción, que me recuerda tantísimo a ti.



No hay comentarios:

Publicar un comentario